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Depósito Nº 5210703 “Proyecto Social UBASO-Nuevas Ciudades- Argentina”
Depósito Nº 5210705 “Proyecto Social UBASO- Alimentación Social- Argentina”

3-2. EL ARTE DE LA ADAPTABILIDAD POLÍTICA




La economía original y universal es la de las energías humanas.  Su renovación  -alimentos- y su obtención –producción básicamente agrícola-.
Esto que se corresponde con un tiempo y un lugar, origina la raíz del concepto “política” que nace de “agricultura”  la que, a su vez, define la capacidad de adaptabilidad o “el arte de la adaptabilidad política” del OM y la MU –la continuidad de su existencia y convivencia en la síntesis social implicada-.
A su vez, la producción agrícola depende de la geografía y el clima. Por lo tanto, la geografía es la madre de la historia social. Esta síntesis expresa la implícita correspondencia del OM con la tierra y los distintos estados de la materia –que es la energía o materialidad- conformada por:

1-    Aire y vacío. Lluvia y espacio. Y la transmisión térmica frío-calor.
2-    Agua             que es el principio de otro estado de la materia, anterior e implicado en la tierra.
3- Tierra            en tanto el planeta tierra es una forma suspendida o flotante en el vacío y ocupa un lugar en el espacio, fundamenta por lo tanto la sustentabilidad.
Y los minerales de la tierra son conglomerados subatómicos y moleculares provenientes del vacío del espacio cósmico, los que contienen la información  -IN-FORMA-CION, o sea, la acción del movimiento interior-.
A su vez la tierra es también síntesis cósmica de la energía que la sostiene y sustenta en la Expansión >Infinita por la que gira (ley de gravedad) en el movimiento de todo –holokinesis universal-. Ésta incluye a la visión antropológica  convencional y la trasciende, conviniendo con ésta en que la agricultura comienza en el período neolítico. Por resonancia, es el origen de la política.  Por lo tanto, la política deviene y se origina en la agricultura.

La alimentación social contiene la intimidad de este movimiento universal y su existencia se manifiesta como fuente nutricia en la síntesis social. A su vez es la mismidad de la síntesis implicada en la epigénesis embriológica humana, que se alimenta del líquido amniótico de la matriz humana – líquido que es similar a los componentes del agua de mar / salinidad-. La sal es la síntesis de todos los minerales de la tierra necesarios para la vida psicofisiológica OM y MU (Ver “Vida Grande I y II”).
Todas la razas, los distintos idiomas, culturas, civilizaciones conocidas existieron, preexisten, sobreviven y vivimos al unísono  tanto en y del espacio como en y de la tierra.
América, Europa, Medio y Extremo Oriente, las distintas civilizaciones y culturas conforman una estructura fisiológica similar. Las variaciones morfológicas (tamaño, estatura, color de piel, etc) confirman por igual la universalidad humana.
La alimentación y la nutrición o relación con el medio es la necesidad común a todos los organismos vivos –desde los microbios a las células, de éstas a los órganos y sucesivamente hasta los distintos animales y primates superiores.
Éstos  dependen del medio y se proveen de él.
En cambio, el hombre se diferencia porque cultiva, produce y transforma mediante la agricultura, la cocina y su capacidad de adaptabilidad. El cultivo de los cereales es el más importante y reconocido como la base de las grandes civilizaciones. Desde Egipto a la civilización precolombina  en América, Europa y hasta en  Extremo Oriente se reconoce que los primeros alimentos agrícolas fueron cereales integrales.
En Egipto el mijo y la cebada, en Europa el trigo, en Oriente el arroz, en América el maíz.
En la agricultura de la antigua Roma se destacaban la vid y el olivo. En la Edad Media se acuña la frase: “los campesinos son los que labran la tierra y hacen en ella aquellas cosas por las que los hombres han de vivir y mantenerse”. Es decir, se  sustentan.
La tierra es la madre del OM y la MU y su fuente principal de sustento.

Sobre la producción agrícola, con la inclusión de frutos y vegetales, se aseguró la disponibilidad de los alimentos, la capacidad de multiplicarlos según las necesidades, por la densidad de los crecientes  grupos humanos.
Para la visión espiritual, que incluye a la antropológica, fueron los frutos de los árboles del edén el alimento que representaba mucho más que una necesidad fisiológica. Era también el símbolo de un orden de vida superior instituido por Dios creador.  Las frutas de los árboles y los cereales de las plantas se corresponden biológicamente a la alimentación social.

“Lo social” se define por la relación y complementación del OM – MU  < la pareja> desde la epigénesis embriológica que se inicia con la unión de dos células hasta la actual sociedad mundial.
Preexiste la mismidad del principio unificador en la síntesis social, cuyo componente es la energía, la que a su vez  es continun en la economía de las energías humanas- y hace posible el movimiento de la vida.

La más importante de las funciones de adaptación fisiológica es la respiración, que se implica y deviene de la relación del vacío y el espacio en la corriente que, a su vez, es un movimiento ritmo-respiratorio por donde circula el oxígeno que entra por el vacío de los orificios de la nariz, la boca y la piel.
La importancia de la respiración se deduce porque con sólo unos minutos de su interrupción sobreviene la muerte. A la vez, la respiración es uno de los componentes de la economía.
El cuerpo es un depósito de agua permanentemente regulado por la sed y la inversión de las energías de acuerdo a los movimientos, esfuerzo neuromuscular, etc. El agua a su vez entra por el vacío principalmente de la boca y secundariamente por la piel –la cual como órgano exterior permite su evaporación-
Mientras que a pocos minutos de interrumpir la respiración sobreviene la muerte, se puede vivir algunos días sin beber.
Respirar y beber requieren menos energías que comer.  La digestión de los sólidos a través de la masticación, el metabolismo y la circulación, requiere un incomparable mayor gasto de energía y de inversión de la economía orgánica.
Cuanto más sólido y denso es un alimento, mayor es el gasto e inversión de energía. Ejemplo: las carnes. Entre éstas, la del pescado es la que tiene menos incidencia. Se la considera “fruto vegetal de mar” junto a diferentes tipo de algas.

Mientras que a pocos minutos de interrumpir la respiración sobreviene la muerte, se puede vivir algunos días sin beber y muchos más sin comer.

Como habíamos dicho en  “La Vida Grande II” y más arriba de este escrito, el OM primitivo de la enramada  y de la cueva adoptó el techo como vivienda, depósito y -en grupos humanos más desarrollados-  la vivienda está en toda civilización y cultura como símbolo del amparo, de la protección, la preservación que hace posible la continuidad de la convivencia social de la familia y se reproduce en templo, iglesia, castillos, hospitales, etc.
En la medida del desarrollo, el OM fue techando el curso de la historia. En los antes citados escritos hemos diferenciado la vivienda como solución habitacional de la vivienda como casa y hogar de los argentinos, en cuyo centro está la mesa, la cocina y los alimentos en torno a los cuales se reúne la familia  –fuerza transformadora-.
Como la tierra a partir de la agricultura, la casa se inscribe en la propiedad privada en función social. Establece el ámbito de soberanía, dignidad y enaltecimiento de la convivencia social.
El imperio romano construyó la primer solución habitacional colectiva precaria. Fue el triunviro Craso (60 a.C) – también el primer prestamista y usurero reconocido-. Esta solución habitacional precaria en la cultura argentina, la reconocemos como “el conventillo” por su precariedad de habitat y hacinamiento.


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